Nadie tiene por qué parar un segundo siquiera para darte un “LIKE”. Esta es la conclusión después de haber recibido muchos saludos para mi cumpleaños. Fueron más de cien. Alguien me dijo: “Los saludos por Facebook no valen, es súper fácil poner in LIKE o enviar un sticker”.
Entonces, meditando en ello, me pareció que sí, es fácil comunicarse por internet, por cualquiera de las plataformas existentes. Antiguamente había palomas mensajeras, cartas, tarjetas, fax (uh... ) y a veces uno enviaba un cassette con un mensaje grabado y música. Parece que todo esto fue ayer. Bueno, ayer en mi caso es hace 49 años. Yo no tuve palomas mensajeras. Todos los saludos se enviaban con mucha antelación para que llegaran a tiempo y así y todo, se corría el riesgo de que llegaran tarde o definitivamente no llegaran.
El teléfono empezó a ser una comunicación más inmediata y ha evolucionado hasta nuestros modernos smart phones. Esta siutiquería chilensis donde no es lo mismo decir “teléfono inteligente”. Aunque sigo pensando que los inteligentes son sus creadores y nosotros los usuarios. Sin ninguno de los dos, estos “smart phones” solo podrían servir de pisapapeles.
La verdad es que en esta breve historia de la evolución de los medios de comunicación, se han facilitado las vías de transmisión, la accesibilidad y reducido los costos, para que cada vez estemos permanentemente comunicados con el mundo, literalmente con el mundo conectado.
Sin embargo, a pesar de todos estos avances sorprendentes, donde hemos llegado a tener el conocimiento en nuestras manos, valga decir San Google, y también “fake news” (noticias falsas) lo que no ha cambiado es la posibilidad de elegir. ¿Elegir qué? Elegir comunicarnos con otro ser humano, ya sea con un largo texto o un simple LIKE.
Entonces, cada segundo que alguien puede parar en sus actividades y piensa en uno, ese segundo es valiosísimo. Si yo quisiera dar un segundo a cada una de las personas que conozco o con las que quisiera conectarme, tal vez no me alcance la vida. Solo puedo en forma acotada interactuar con algunos amigos, conocidos, familiares y desconocidos interesantes, siempre y cuando así lo elija. Esto es válido para todos. Por eso considero, que si recibo un LIKE, o alguien se toma algunos minutos para leer lo que escribo, debo estar muy agradecida por ello.
El valor de las cosas no es necesariamente dependiente de su extensión, valor económico o duración. Lo importante está en la intención. Si alguien tuvo la sincera intensión de saludarnos, eso es lo trascendente, porque fuimos transportados a su mente, y por breves instantes nos unimos en pensamiento (esto es una metáfora, no estoy fumando nada, por si acaso...).
Al entender esto, me propuse responder cada saludo que recibí, lo que me tomó todo el día y hasta tres días después de mi cumpleaños, dando el agradecimiento a cada uno de los que pensó en mí.
La próxima vez que recibamos un LIKE o un breve saludo por internet, pensemos que alguien se acordó de nosotros, siendo que “nadie tiene por qué parar un segundo siquiera para darte un “LIKE”.
OCTUBRE 2018
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