Varias veces escribí experiencias y anécdotas y se las envié a algunos para que las leyeran. Parece que gustaron y recibí varias sugerencias de que me hiciera un blog. ¿Un blog? Claro que sabía qué era. Había leído varios, pero nunca se me habría ocurrido a mí tener uno.
- Es súper fácil hacerlo.
- Busca un tutorial y hazte uno.
- De más que te resulta…
Y yo, agarré papa…[1]
Me puse a investigar y con mucho esfuerzo logré en Google hacer un blog.
El primer obstáculo era buscar un nombre que no estuviera ocupado. Se me ocurrieron varios sofisticados, lindos, inteligentes, pero me di cuenta de que no era original. Ya se les habían ocurrido esos nombres a otros. Obviamente, que si ponía un nombre como claudiaescribeunblogdesdesantiagochile.blogspot.com era un tanto largo. Entonces a las perdidas, puse “claudiavive” y… ¡Eureka! No estaba ocupado. A reservarlo altiro[2].
Ahí empezó mi trabajo de interpretar cómo funcionaba la plataforma, cómo insertar un artículo, fotos, etc. Me tomó bastantes horas de trabajo neuronal. Esto de ser autodidacta no es nada fácil. Finalmente, mi blog estaba funcionando.
Bueno, ya saben el real origen del nombre CLAUDIAVIVE. Ahora viene la explicación glamourosa:
CLAUDIAVIVE es un concepto que busca representar la libertad de expresión mía. Sí, suena súper ególatra, pero no es tan así. CLAUDIA por mi nombre y VIVE porque escribo de aquello que observo o experimento. Agradezco vivir en un lugar donde uno puede expresar las opiniones que quiera, obviamente en el lenguaje y con el respeto que corresponde a la convivencia de las sociedades. También he visto muchas opiniones extremas que buscan despertar el morbo, la ira y el descontento en las personas. De eso hay mucho y en nada aporta a ser feliz, sino a vivir en un permanente estado de descontento. De ello yo me he querido alejar y solo escribo cosas simples. Si logro que alguien se sonría o pare de sus actividades por un momento y reflexione en si mismo, esa es mi recompensa.
Emocionada con mi logro de haber hecho un blog, yo que soy de la generación del FAX, el WALKMAN, el cassette y el lápiz bic para rebobinarlo, le llegué a contar mi hija, la Licenciada:
- Paula, ¡me hice un blog!
Entonces, ella con cara de póker me dijo:
(continuará)
[1] Agarré papa: hice caso.
[2] Altiro: expresión popular chilena para “de inmediato”.